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BUSCATE A VER QUE TIPO DE PADRE CREES QUE ERES

BUSCATE COMO PADRE A VER SI TE IDENTIFICAS


Todos los años, en este y en la mayoría de clubs se ven los típicos casos de padres problemáticos para los entrenadores, coordinadores y demás organismos de un club deportivo.


Un detalle:

Las definiciones y datos no son de cualquiera que la quiera colgar en Internet, sino que son de psicólogos del más alto nivel y de autoridades deportivas con una trayectoria, renombre y amplia experiencia en trato con jugadores de base.
Estimado padre o madre, localiza entre estos distintos roles al que mejor refleja tu actuación como padre.
Padres desinteresados.

Padres que no reconocen el valor del deporte en la educación de los más jóvenes y no asisten nunca ni a los partidos ni a los entrenamientos y que seguramente no leerán esto...


El padre entrenador

Esta actitud, por lo general esta reservada a aquellos padres que practican o han practicado el mismo deporte de sus hijos. En estos casos el padre se convierte en el entrenador personal del niño, muchas veces malentendiendo una idea de continuación deportiva familiar, una clara consecuencia es que bien o mal, las indicaciones dadas por este tipo de padre serán mas obedecidas por el menor que las entregadas por el mismo entrenador, esto por una causa de conveniencia, pues por lo general este padre resulta amenazante y demasiado posesivo en su actuar, este tipo de padre muy rara vez esta conforme con la actuación de su hijo y lamentablemente esta situación la hace notar al menor. De tal forma que opaca la personalidad deportiva del menor y este al no ver cumplidas las metas impuestas por sus padres opta por la deserción deportiva.

Padres entrenadores sin titulación

Se colocan estratégicamente cerca de la banda, mientras juega su hijo. Disponen de unas enormes cuerdas vocales y de un sofisticado código de señales para indicar la táctica a seguir en cada momento del partido. Se enfadan cuando su hijo, para poder seguir la táctica del entrenador, desatiende sus instrucciones. Critica abiertamente a los árbitros, discrepa con el entrenador y discute con los directivos que no están de acuerdo con que su hijo es el mejor y que por ejemplo es el que siempre tiene que lanzar las faltas. Cuando el niño llega a casa, empieza la segunda parte del partido... Los padres entrenadores sin titulación deberían tomar conciencia de tres consecuencias que genera su conducta:

1º. Su hijo pierde la concentración, al tener que estar más pendiente de sus instrucciones que de la marcha del partido.

2º. Su hijo se pone nervioso. Sabe que si no juega a gusto del padre o pierde, habrá bronca al llegar a casa.

3º. Su hijo se confunde, al entrar en contradicción las instrucciones del padre con la táctica del entrenador.

El padre fanático

Claro esta entender que en todo orden de cosas los extremos siempre han producido conflicto, esta actitud de los padres por lo general tienden a apocar la propia personalidad del niño, padres que por lo general nunca están conformes con la decisiones de los árbitros y entrenadores, y difícilmente apoyan a el equipo en general, solo optan por el apoyo único a su pupilo.
Padres vociferantes

Padres que acostumbran a gritar e insultar a los árbitros, jugadores y entrenadores con unos pulmones fuera de lo común. Son poco pacientes, escuchan pocas veces a los demás y no están dispuestos a cambiar. Los que lo hacen detrás del banquillo del equipo de su hijo son aun peores, pues el niño se siente más humillado, contra más le oye chillar.

El padre deportivamente frustrado
Son padres que han querido destacar en un deporte y no lo han conseguido. Son deportistas frustrados. Suelen escoger para sus hijos la actividad en la que ellos han fracasado, sin tener en cuenta las preferencias de los niños. Los regalos e incentivos giran entorno a ese deporte, e invierten tiempo y dinero en formar al niño en una actividad que no siempre es de su agrado. Esta actitud suele provocar rechazo e incluso odio hacia el deporte preferido del padre, porque no siempre coincide con los gustos deportivos del hijo.
Padres sobreprotectores

Padres que, obsesionados con los riesgos que conlleva el deporte que practican sus hijos, hacen comentarios angustiados sobre algunas jugadas o lances del juego asegurando, una vez más, que van a sacar del club a sus hijos o hijas.

Padres hipercríticos

Padres que tienen expectativas y objetivos pocos realistas respecto a la progresión deportiva de sus hijos. Son muy exigentes con la actuación de los jóvenes y casi nunca están satisfechos. Animan poco y critican mucho
Padres entrenadores auxiliares

Son los que se colocan cerca de la banda y dan instrucciones a su hijo/a, enfadándose si este/a no las cumple. Muchas veces contradicen las instrucciones del entrenador y, como el niño está pendiente de sus indicaciones y reacciones, desorganizan al equipo. .
Padres entrenadores de descansos

Muy visibles para todos, pues se dedican a poner a “caldo” al entrenador en el descanso, asimismo aprovechan que su hijo sale del campo para darle instrucciones de cómo jugar o de cómo individualizar el juego para su propio fin y no el del equipo. A veces es una variante del padre manager y que en casos más insólitos traen fotógrafos o personas de equipos de elite, aunque sean de regional pero él se vanagloria, para que vean a sus hijos y les den la razón.
Padres camareros

Son los que no consienten que su hijo vaya a los vestuarios a beber con el resto de compañeros, y le traen agua de casa o líquidos especiales para recuperarse, suelen ser una variante de los padres o madres sobreprotectores y que ridiculizar a su hijo ante los demás.
Padres que se creen padres de cracks

Es quizás uno de los peores casos de padres con quien puede encontrarse un entrenador, ya que, cuando llegan a este nivel han pasado por casi todos los demás y se lo tienen tan creído que son capaces de todo y ante cualquiera, incluso autoridades externas y fuerzas de seguridad.
Padres de ida y vuelta

Son muy malos para el crecimiento deportivo de un niño, ya que, se les llama de ida y vuelta porque cambian constantemente a su hijo de club o deporte según les venga en gana o porque no les gusta el entrenador. La mayoría vuelve a traer al hijo al primer club cuando se dan cuenta, quizás demasiado tarde, de que su hijo prefiere estar con sus amigos y jugar siempre, en vez de estar supeditado a una convocatoria por nivel técnico.

Padres “técnicos”

Son aquellos que sin tener ni idea de lo que hablan se dirigen con terminología muy detallada y técnica a entrenadores titulados pensando que son superiores, suelen llamar delanteros a los pívot y defensas a los cierres, asimismo no aceptan que cada año los sistemas de juego son distintos y les encantan los sistemas zonales, cosa que piden para sus hijos pequeños, sin saber que eso es para edades superiores. Últimamente se dan muchos casos, incluso en otros deportes distintos al Fútbol Sala-
Padres de figuras en ciernes
Son todos aquellos que quieren que solo aparezca su hijo como ídolo y que los compañeros de su hijo tienen la culpa de todas las derrotas, sobretodo cuando su hijo no ha jugado por ausencia o castigo, así, se dan casos de aquellos que dicen Mi hijo Pepito 2, Contrario, 0, o lo que es peor Inútiles del equipo de mi hijo 0, Contrario 3. La mayoría de estos niños se queman en pocos años y dejan el deporte por vergüenza ante sus amigos.
Padres portavoces

Son aquellos que se quejan constantemente de problemas de organización y son también muy técnicos, diciendo que son los portavoces de otros padres, cuando en realidad se “agarran” a cualquier comentario oído para meterlo en su queja como si fuera colectivo y así dar la impresión de queja colectiva y no propia...

Madre sobreprotectora

Es aquella que chilla a pleno pulmón cuando su hijo esta, según ella, en peligro por lo que sea y que incluso entra al campo a pegar a quien sea o a auxiliar y a dejar en ridículo a su hijo, ante sus compañeros y a la mínima incidencia... Hay una versión que es la de la madre que esta poniendo ropa al niño cada vez que vuelve al banquillo y dándole líquidos recuperadores.
Padres invasores de campo
Son aquellos que hacen lo que antiguamente hacían los hinchas furibundos antes de vallar los campos de los profesionales, o sea, invadir el terreno de juego a la mínima o simplemente para abrazar a todos cuando hay un gol, aunque el partido este recién comenzado. La versión peor de este tipo de padres son aquellos que entran a agredir a alguien.

Padres vociferantes y cobardes

Pertenecen al mismo apartado de los padres vociferantes detrás de banquillo, pero estos son más furibundos y sus insultos y gestos despectivos son mayores. Cuando se ven “acosados” por espectadores contrarios o padres de los que se había acordado de su familia, recurren a pedir ayuda a otros padres o a todo el banquillo propio, Estos padres llegan a “conseguir” sanciones durísimas al equipo e intervenciones de la fuerza publica.
Padres de vestuario

Son aquellos que gustan de entrar a ver a su hijo o equipo al vestuario, antes, en el descanso o después del partido, quitando al entrenador su rol y autoridad. La versión peor es la de los que entran al vestuario arbitral al final del choque, para montar un jaleo al arbitro y en consecuencia una dura sanción al equipo.

Padres con una orientación positiva

Padres que confían en la preparación y conocimientos del entrenador y club donde esta su hijo/a, que demuestran su autocontrol, refuerzan el esfuerzo, la progresión y dan apoyo en los momentos difíciles


Padres bien orientados psicológicamente


Ceden a su hijo al entrenador y aceptan que parte de la admiración que su hijo les destinaba se desplace hacia el entrenador. No se muestran competitivos con sus hijos y no comparan las victorias de sus hijos con las batallitas de cuando él jugaba al fútbol. Le dan importancia al esfuerzo, la progresión y el disfrutar jugando. Cuando no han visto el partido, lo primero que preguntan es: ¿te lo has pasado bien?

Sistema de detección de padres que no benefician ni a su hijo ni al club:

Podríamos hacer un test para detectar a estos padres. O poder dar características que se repiten:

• Se hacen entendidos y especialistas en el deporte de su hijo

• Saben todo y de todo...

• Van a todos los partidos y a muchos entrenamientos

• Andan averiguando toda información que les sea útil

• Insultan al árbitro

• Son abonados de la "viveza criolla" y catalogan de "tonto" a su hijo cuando no hace uso de ella.

• Le compran la mejor ropa y lo llevan a que le hagan test, dietas, etc.

• Se sienten parte integrante de la "comunidad deportiva".

• Están de mal humor cuando su hijo pierde o juega poco.

• Piensan en cambiar de entrenador o club cuando esto pasa porque el técnico no sabe…

• Está exultante cuando gana y si gana medalla se la cuelga en el pecho.

• Habla con los que de verdad entienden de esto con lenguaje "técnico" y creen que todos saben y están interesados acerca de las hazañas de su hijo.

• Palmea la espalda de su hijo (que se suele poner colorado..), cuando cuenta los triunfos de este frente a sus amigos.

• Le controla los horarios del hijo

• A veces no se preocupa demasiado por otros temas relacionados con su hijo.

Bueno faltarán algunas, pero me parece que nos aproximamos al perfil del padre y "modelo para desarmar".

2 comentarios:

  1. ESTOY DE ACUERDO EN TODO, DEBERIAN PROHIBIR LA ENTRADA A LOS PARTIDOS A ESTE TIPO DE GENTE, QUE LO QUE HACEN ES, PROVOCAR MAL AMBIENTE AL PARTIDO.

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  2. Total acuerdo, aunque tambien añadiría el entrenador que alienta a los padres para que actúen de forma anti-deportiva y los clubes que permiten este tipo de padres en las gradas.

    Estos clubs deberían ser sancionados.

    Cristobal Rojas.
    32034297N

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