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ALO MARÍN, LA METRALLETA DE PRIMERA NACIONAL

El jugador del Andaluza Residuos Cimbis es el máximo anotador de la categoría después de las cinco primeras jornadas de liga

Alo MarínCon 22 años recién cumplidos, Alo Marín es el máximo anotador de la Primera Nacional una vez disputadas las cinco primeras jornadas. El escolta del Andaluza Residuos Cimbis ha sumado 108 puntos, con un promedio de 21.6 que le convierten en el mejor artillero de una categoría que este año cuenta entre sus grandes anotadores con otros nombres del calibre de Damián Jiménez (20 puntos por encuentro para el jugador del Citymar Roquetas) o Jesús Pineda.
Que Marín esté en lo más alto de esta clasificación no debe extrañar, ya que tiene la anotación impresa en el código genético. Alo es hijo del gran Cayetano Marín, Tano para todos los amantes del baloncesto andaluz, un clásico de nuestro deporte en las últimas dos décadas y referencia en equipos como aquel UDEA Algeciras de los 90. Cumplidos los 42, Tano llegó a dar la alternativa a su hijo cuando el Cimbis dio el salto a la Liga EBA en la temporada 07-08, y en esos partidos todavía tuvo tiempo para dar alguna lección, incluido un fantástico triple-doble. Ya entonces, Cayetano dijo que era el juez más duro de su propio hijo, porque le pedía la misma implicación en el juego que él demostraba a su edad. Ahí empezó todo.

Alejandro Marín Ortega (San Fernando, 11-10-88) se formó desde minibásket en la cantera del Cimbis, quemando todas las etapas hasta llegar al primer equipo. En ese curso 07-08, el club de San Fernando decidió inscribirse en la Liga EBA afrontando una dura aventura. Los resultados no acompañaron, pero con apenas 18 años el menor de los Marín fue una de las grandes sorpresas de la temporada promediando 17 puntos y 4.5 rebotes por partido, cifra que aumentó hasta los 22.8 y 4.8 rebotes (20.8 de valoración) en la siguiente campaña, aunque el Cimbis tampoco pudo escapar del pozo de la clasificación.

Marín se había puesto en el escaparate, y el añorado Toa Paterna le llamó para formar parte de su proyecto en el DKV Jerez, que quería armar desde la EBA un equipo capaz de regresar cuanto antes al baloncesto profesional. Sin tanta responsabilidad anotadora en un equipo que contaba con una plantilla de ensueño, Alo bajó sus números hasta los 12 puntos por encuentro en la temporada regular, pero mejoró día a día entrenando con grandes jugadores y compitiendo al máximo nivel. Ese DKV fue campeón de grupo y jugó las eliminatorias de ascenso a la Adecco Plata pese a hacerlo en unas condiciones terribles debido a los problemas económicos del club. El proyecto desapareció, pero el menor de los Marín aprendió algunas lecciones que le ayudarán para toda la vida.

De regreso a casa, al Cimbis, Alo se ha convertido en la referencia de un equipo que quiere volver a estar entre los mejores de Primera Nacional y volver a optar por el ascenso a la EBA. Lo intentará con los puntos de un Marín, porque las cosas buenas no deben cambiar nunca

Fuente y foto : FAB.com

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