Ambos equipos se presentaban en esta final, que si disputó en el mítico pabellón “La Paz Y La Amistad” de Atenas, eliminando en semifinales a la Cibona de Zagreb y al Zalguiris de Kaunas. El Real Madrid, en teoría partía como favorito. Aparte de haber infringido un severo correctivo a la Cibona de Zagreb en semifinales (especialmente en el partido de vuelta) con un Drazen Petrovic imperial, había vencido en los dos partidos de la fase de grupos al Snaidero de Caserta. 109-92 en Madrid, y 94-95 en Caserta. Pero esto era una final, y en una final puede pasar cualquier cosa.Los equipos se presentaron en esta final con los siguientes quintetos. Por parte del Real Madrid, Lolo Sainz sacó de inicio a: Drazen Petrovic de base, Chechu Biriukov de escolta, Johnny Rogers de alero, y Fernando Martín y Antonio Martín como pívots. Mientras el equipo de Caserta, al que entrenaba Francesco Marcelletti, salió de inicio con: Ferdinando Gentile de base, Vincenzo Esposito de escolta, Sandro Dell’Agnello de alero, Oscar Schmidt de ala-pívot, y Georgi Glouchkov de pívot.
Al final 117-113 para el Real Madrid en la que posiblemente haya sido le mejor final de la historia de la Recopa de Europa. Este partido pasó a los anales de la historia por el recital anotador de Drazen Petrovic y Oscar Schmidt, que hicieron de este partido un partido que los aficionados jamás han olvidado.
REAL MADRID 117: Petrovic (62), Biriukov (20), Rogers (14), Fernando Martín (11), Antonio Martín (2) -cinco inicial- Cargol (4), Romay (4), Llorente (0).
SNAIDERO CASERTA 113: Gentile (32), Esposito (2), Dell’Angello (20), Oscar Schmidt (44), Glouchkov (13) -cinco inicial- Polesello (0), Boselli (2), Vitiello (0), Rizzo (0).
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