El verano debería ser una época para desconectar de todo, tanto para los padres como para los hijos. De esta manera, se vuelve en septiembre a la rutina con energías renovadas y buen humor.
Esta demostrado que los niños aprenden tanto o más en un ambiente de juegos y diversión que sentados en una silla frente a un rígido pupitre. Las vacaciones son una estupenda oportunidad para repasar lo aprendido durante el curso sin que se den apenas cuenta.
Un aplauso para este gran profesor que da el mismo valor al aprendizaje emocional que a la mera acumulación de conocimientos académicos.
Fuente: publicado en http://lanubedealgodon.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Aquellos comentarios "Anónimos" que no lleven nombre y apellidos no serán publicados.
No se permitirán insultos ni falta de respeto.
Los comentarios que se publiquen identificando a quien los realiza serán responsabilidad del autor del comentario.